El gobierno estadounidense anunció un plan sin precedentes para reemplazar toda su flota vehicular federal —incluyendo autos patrulla, ambulancias y camionetas— con vehículos eléctricos (EV) antes de 2035. La iniciativa, parte de la Ley de Infraestructura Limpia 2025, busca reducir 2,8 millones de toneladas anuales de emisiones de CO₂ y ahorrar $4.000 millones en costos operativos. Sin embargo, el país enfrenta desafíos críticos: solo el 12% de las bases militares tienen infraestructura de carga adecuada, y fabricantes como Tesla están excluidos del acuerdo inicial .
El plan prioriza vehículos ensamblados en EE.UU. con baterías libres de minerales extraídos en zonas de conflicto, como el cobalto de la República Democrática del Congo. Ford y General Motors lideran los contratos, con 150.000 EVs comprometidos para 2026. No obstante, sindicatos advierten sobre la necesidad de capacitar a 450.000 mecánicos federales en tecnología eléctrica, un proceso que podría tomar hasta cinco años .
La medida contrasta con políticas anteriores: en 2021, un ciberataque a la red de oleoductos Colonial expuso la vulnerabilidad energética del país, mientras que en 2025, la administración Trump promovió combustibles fósiles bajo el lema «perforar, baby, perforar» . Ahora, el Departamento de Energía proyecta instalar 500.000 cargadores en edificios públicos para 2030, aunque analistas señalan que el ritmo actual de instalación de energías renovables está 55% por debajo de lo necesario para cumplir metas climáticas .
Mientras estados republicanos preparan demandas contra el plan, empresas como ChargePoint y Electrify America ya negocian contratos para desplegar estaciones de carga ultrarrápidas. «Es una carrera contra el reloj: sin redes eléctricas robustas, la transición colapsará», advirtió John Bozella, CEO de la Alianza para la Innovación Automotriz .
Fuente: BBC News Mundo